viernes, 2 de septiembre de 2011

LA VIDA

Según Eurípides, la vida no es sino dolor y, para Séneca, ella no es ni el bien ni el mal, sino simplemente su escenario. Marco Manlio, afirma que siempre estamos empezando a vivir, pero nunca vivimos.
Plinio el Viejo, más cáustico, dice que la naturaleza no ha dado al hombre nada mejor que la brevedad de su vida.. Romain Rolland afirma por su parte que, resistido en soledad y silencio, es un combate sin grandeza ni felicidad. Para el punzante humor de Bernar Shaw, es una enfermedad, lo mismo que para Ramos Sucre, cuyo versos, la enfermedad de vivir arrecia como una lluvia helada y triste, presagia el final de quien pretende liberar su propio sufrimiento, sintiendo como Bataille, que la posición de los hombres es insostenible.
  Todos aspiramos desde el fondo de nosotros mismos, tener una idea cabal de la vida a pesar no poder comprenderla en sus fines. ¿Por qué no vamos a conocerla si en verdad hemos convivido con ella antes de tener la menor idea de su existencia? Y esa es, precisamente, la primera gran comprobación. Su existencia no depende de nosotros, nos precede, somos su producto y el esfuerzo que hacemos por asumirla, tampoco nos pertenece en gran parte

En literatura hemos leìdo una serie de obras que plantean , de una u otra manera,los diferentes conceptos sobre la vida. 


¿Para tì què es la vida?
Disfruta los siguientes textos y expresa tu opiniòn.
1.- FRAGMENTO DE LA VIDA ES SUEÑO DE CALDERÒN DE LA BARCA




2.) Texto de Rabidranath Tagore.


El principio. Rabindranath Tagore

“¿De donde venía yo cuando tú me encontraste? — Preguntó el niño a su madre.
NenaconmunecaElla llorando y riendo le respondió apretándole contra su pecho: –Estabas escondido en mi corazón, como un anhelo, amor mío: estabas en las muñecas de los juegos de mi infancia, y cuando, cada mañana, formaba yo la imagen de mi Dios con barro, a ti te hacía y te deshacía; estabas en el altar, con el Dios del hogar nuestro, y al adorarlo a Él, te adoraba a ti; estabas en todas mis esperanzas, y en todos mis cariños.
Has vivido en mi vida y en la vida de mi madre, tu fuiste creado siglo tras siglo, en el seno del espíritu inmortal que rige nuestra casa. Cuando mi corazón adolescente abría sus hojas, flotabas tú, igual que una fragancia, a su alrededor; tu tierna suavidad florecía luego en mi cuerpo joven como antes de salir el sol la luz en el Oriente. Primer amor del cielo, hermano de la luz del alba, bajaste al mundo en el río de la vida y al fin te paraste en mi corazón…
Que misterioso temor me sobrecoge al mirarte a ti, hijo que siendo de todos, te has hecho mío, ¡Y que miedo de perderte! ¡Así, bien apretado contra mi pecho! ¡Ay! ¿Qué poder mágico ha enredado el tesoro del mundo, a estos mis débiles brazos?”